El marco reflejaba la importancia de este partido: un Estadio Centenario repleto y envuelto en humo y luces recibía a Peñarol y a Vélez, equipos que se enfrentaban por la ida de las semifinales de la Copa Santander Libertadores 2011. Y, de entrada, el duelo se presentó parejo y disputado en cada sector del campo de juego, tal como se esperaba.
Pero Vélez se topó con un Peñarol muy aguerrido, que mordía en cada jugada y, por ello, no pudo ser claro y desplegar el juego con el que nos tiene acostumbrados. Y, sobre el final del primer tiempo, el eterno Darío Rodríguez marcó de cabeza el único gol del encuentro con un certero cabezazo que no pudo contener Barovero. Así, el “Manya” se quedó con la primera final y espera la revancha en Buenos Aires.